Según fuentes de la Comisaría Provincial, los agentes acudieron en la tarde del 7 de julio a la vivienda de la calle Sierra de Béjar del barrio Pizarrales de Salamanca donde, según llamadas efectuadas al servicio de emergencias, "se estaba produciendo una pelea y estaban destrozando una casa".
A su llegada, testigos de los hechos manifestaron que se estaban peleando dos matrimonios y que se encontraban en ese momento en la próxima calle Linares, también en el barrio Pizarrales, donde encontraron a un grupo de personas "muy agitadas".
Allí, los agentes identificaron a los dos matrimonios que tenían la discusión y descubrieron que los varones eran hermanos y que la disputa tenía su origen en diferencias familiares producidas principalmente por la ruptura de una relación y del compromiso nupcial entre hijo e hija de ambas familias.
Ante el fin de la relación, el padre de la chica había amenazado de muerte a su cuñada y hermano y había causado "daños importantes en la puerta, persianas y ventanas de su domicilio".
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